jueves, 20 de agosto de 2009

Sobre los olores

Estoy tomando té frio de un vaso de vidrio que huele a -vuelvo a oler para confirmar el olor- algo muy malo, no es un olor agradable. Para no calarme ese olor intento ingerir el liquido con las fosas nasales cerradas, cuando termino alejo el vaso y se supone que no debería sentir el olor pero al parecer deja un aura de su aroma en el aire y aun puedo apreciarlo, me molesta enormemente.

Empiezo a filosofar sobre el poder de los olores y llego a la conclusión lógica de que así como sentí el olor indescifrablemente asqueroso del vaso a lo lejos, también podía sentir el exquisito olor del perfume de un hombre cuando este sale de un ascensor y deja el aroma impregnado en la cabina, lo cual es uno de los placeres mas grandes del mundo a mi parecer. Pero también puedo sentir el mal aliento de alguien que habla a mi lado en una cola para hacer un deposito bancario, al igual que puedo sentir el olor de la vegetación en el frente de mi casa cuando mi mama acaba de echarle agua a las matas. Me doy cuenta que el mundo es un sin fin de placeres y molestias odoríficas.

Me doy cuenta que en vez de estar pensando esas cosas debí haber cambiado el vaso, pero... y si los líquidos traspasan los olores de un vaso a otro? seria un ciclo interminable.

Que mas da, ya me acabe el té.

iTunes plays: "Naturaleza sangre" Fito Páez con otro hombre que no puedo reconocer
AnaPé says: Algo que si puedo reconocer es que no tengo mucho que hacer.

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